Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás.
Mi pensamiento cañero 9/2/16 El dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio se termina, pero no desaparece la satisfacción de haber logrado lo que te propusiste.
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